Arch Linux es una de esas distribuciones GNU/Linux que espantan a los novatos. Desprovista de linuxconfig y demás ayudas a la configuración, Arch Linux está definitivamente orientado al usuario con serios conocimientos Linux, en busca de una distro estable y optimizada para procesadores i686.
¿Estás cansado de compilar por enésima vez a la Gentoo? Entonces pásate a Arch Linux. Dos horas como máximo, y estarás al mando de un sistema GNU/Linux sencillo, potente, estable y, sobre todo, actual y altamente personalizable. Dispone de su propio sistema de gestión de paquetes llamado Pacman, que nos facilitará, no solamente la actualización, pero también la personalización del sistema mediante una lista de paquetes que se sincronizará con el repositorio central.
Este modelo cliente y servidor nos pemitirá, en definitiva, descargar e instalar paquetes con un solo comando, junto a todas las dependencias de la aplicación, al igual que lo hace el apt-get de Debian.
La mayor ventaja de Arch Linux está en el nivel de control total que brinda sobre el sistema operativo, brindando los cimientos de un sistema GNU/Linux muy personal, al que añadir paquetes para llegar al nivel de personalización deseada, y hasta crear sus propios paquetes; usa nuevas características avanzadas, tales como reiserfs/ext3 y el sistema de archivos virtual devfs.